El movimiento pulsatil es vida pero se desarrolla dentro de un marco establecido del que no es posible escapar en el plano corpóreo. Un movimiento contínuo de cierre y apertura, valvular, cardíaco, que rebota en las paredes de una realidad pequeña y cerrada. Intento infinito de transgresión.

Los umbrales son por definición, las partes iniciales de un proceso o actividad, la puerta de entrada a otra cosa quizá desconocida, la delgada línea que separa dos mundos con leyes distintas. La pérdida del control les caracteriza. El sonido producido al trazarlos nos lleva a ese umbral donde se intuye quizá la imposibilidad del regreso.